por Irina Leyva
Virginia Miller Gallery, Coral Gables
Traces of migrations (Huellas de Migraciones), la última exposición personal de Humberto Castro, reúne un grupo de piezas que son como instantáneas de su vida. Como el título indica, es una representación de la visión del artista a través de sus años de exilio y de lo que él considera que lo ha ido marcando como persona.
Estilísticamente hay una vuelta a etapas anteriores en su obra que podríamos denominar como una revisión en sentido general. Lo vemos retornar a sus icónicos seres andróginos y estilizados de los años noventa. Este es un proceso consciente del artista, un retorno a un periodo en el que el trazo era más desenvuelto y en el que primaba el dibujo. Estas obras demuestran su dominio de la técnica, destacándose el trazo fuerte y seguro de su pincel. Regresa a los dramáticos tratamientos de las sombras y los contrastes de tonalidades casi monocromas, esta vez en tonos sepias en contraste con las fundamentalmente negras y grises de los noventa.
Temáticamente las piezas son una mezcla de sus diversas inquietudes y visiones: desde temas más íntimos como relaciones interpersonales hasta otros que tocan la identidad cubana como dioses afrocubanos y la intensa política de la comunidad cubana de Miami. Castro está dejándonos ver como su identidad se ha ido modelando a través de los años, y como el proceso de emigrar lo ha afectado. En esta exhibición vemos parte de todo lo que ha influenciando su vida en estos años fuera de Cuba, demostrando que la identidad es un proceso que se desarrolla constantemente.
El tema de la migración y consecuentemente el exilio no son nuevos en la obra de Castro. Desde sus años de Paris ya lo incorporaba en sus obras. En aquella época lo trataba a través de símiles y metáforas referidas a la mitología griega, con personajes como el Minotauro e Icaro y con símbolos como laberintos. Un tiempo después, en 1995, estas referencias fueron más explícitas y aparecen los remos y los botes. Ahora, con esta muestra, va a puntos más focales y específicos sobre este tema. La emigración cubana tiene indiscutiblemente un carácter político y la comunidad en Miami es muy apasionada en este sentido. Esta condición está reflejada en la muestra fundamentalmente en dos piezas: Walking in the Depths (Caminando en las profundidades) y Those people (Esa gente). Ambas piezas aluden a los problemas de la comunidad cubana con respecto a las leyes de emigración, específicamente a los que surgen en la época de Clinton. La primera, Walking in the Depts, representa a una mujer saliendo de una bañadera, un pie adentro y otra afuera. Con esta pieza Castro está haciendo referencia a la famosa ley de pies secos y pies mojados, que estipula la validez del emigrante cubano basado en que físicamente llegue a las costas, es decir: literalmente pisar la tierra. La segunda, Those people es una representación del disgusto de la comunidad cubana con el retorno de Elián, el niño balsero, noticia que ocupó la primera plana de muchas publicaciones en el 2000. La pieza se refiere específicamente a la reacción de Clinton cuando conoce del descontento de la comunidad.
Una de las obras más impactantes de este grupo es Transformers (Transformistas), en la que dos hombres cargan botes que se convierten en sus brazos, formando una cruz refiriéndose al sacrificio del viaje y a las vidas perdidas en estas travesías. El bote ha sido por mucho tiempo el símbolo de la emigración cubana por mar, una imagen que resume en sí lo azaroso del trayecto y del éxodo en sí mismo.
Otra pieza que toca esta temática es Between two shores (Entre dos costas) que define específicamente la situación emocional, y hasta cierto punto política de la comunidad cubana, dividida por el mar. Nos recuerda que la posibilidad de un encuentro depende de una visa de una de las dos partes.
Sin embargo es la instalación Suitcases (Maletas) la que resume el tema central de la exposición al mostrar la alegoría de viaje por excelencia, y por ende, de migración: maletas. Esta torre de maletas de diversas formas y colores es un homenaje silente a todas las personas que han tenido el coraje de hacer el viaje sin regreso. Este es un tema que comenzó hace unos años atrás cuando exhibió Home Sweet Emoh en el Miami-Dade College, en esa ocasión creó una instalación que era una casa hecha de maletas.
Traces of Migration, a pesar de haber sido totalmente creada en el 2010, refleja todas aquellas inquietudes que han ido atormentando al artista durante sus años de exilio, son sus marcas como los anillos de los árboles. En esta secuencia de imágenes vemos resumidas sus ansiedades, su visión de la vida y su identidad.